Birmania: Protegida por la potencia China
Por Ana Karina Huircán
6 de octubre 2007
Birmania-Myanmar está pasando actualmente por momentos críticos. La dictadura militar que ya lleva gobernando más de 45 años, actualmente a cargo del general Than Shwe, se ha visto sobrepasada por una revolución comandada por los monjes budistas, los cuales exigen democracia para su país. El régimen militar a reprimido con dureza las manifestaciones pacíficas de los monjes y civiles, los cuales se ven en desventaja en comparación con el poderío militar de la dictadura.
Por otro lado, la líder de la oposición democrática y miembro del partido Liga Nacional por la Democracia (NLD), Aung Sang Suu Kyi, se ha mantenido arrestada en su domicilio por más de trece años, a pesar de haber sido Premio Nóbel por la Paz en 1991 y de haber ganado, por una abrumadora mayoría, en las últimas elecciones democráticas realizadas en Birmania en 1990, en donde los resultados no fueron reconocidos por la Junta Militar y, por lo tanto, no entregaron el poder.
Además, el régimen militar mantiene cortadas las comunicaciones en su país y controla férreamente los medios de comunicación birmanos. Los disidentes del gobierno sólo se pueden informar por la radio DVB (Voz democrática de Birmania) desde Noruega y envián las imágenes del conflicto a través de sus teléfonos celulares o Internet.
Si bien todos estos hechos le han valido el repudio internacional y miles de sanciones por parte de Estados Unidos y de la Comunidad Europea, hay quienes afirman que el régimen birmano está siendo respaldado por uno de sus vecinos más cercanos, como China, el cual tiene intereses económicos en ese lugar del sudeste asiático.
Según Isabel Hilton, analista del diario “The Guardian”, afirma que “China es el socio comercial más importante de Birmania y la principal protectora del régimen militar en ese país. Hasta ahora, China, con el apoyo de Rusia, ha bloqueado los intentos internacionales de mantener a raya al régimen: hace nueve meses, China y Rusia vetaron una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pretendía conferir poderes al secretario general de la organización para que negociara con el régimen birmano, y China ha boicoteado tres esfuerzos diplomáticos de países asiáticos (Indonesia, Filipinas y Malasia) para asegurar la liberación de Suu Kyi, lo que provocó unas críticas directas a Pekín de parlamentarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático” (Hilton, 2007:1).
Además, Hilton señala que “China ha sostenido al ejército birmano con un apoyo generoso. La ayuda china ha permitido construir embalses e infraestructuras para el transporte, la inversión china hace que Pekín tenga intereses en los sectores clave de la economía birmana, la inmigración china ha dado lugar a grandes contingentes de población en las ciudades birmanas y el dinero chino ha vuelto ineficaces las sanciones de EEUU contra el régimen” (Hilton, 2007:2).
De hecho, según Antoaneta Bezlova, “desde 1990 China ha sido el único país de peso que apoyó a la junta militar birmana, a la que otorgó ayuda y armas, valuadas, según algunos analistas, en más de 2.000 millones de dólares. A cambio, Beijing recibió madera de teca y piedras preciosas. También promesas de petróleo y gas, a través de un proyectado oleoducto, y acceso al mercado birmano para los bienes de consumo baratos de este país” (Bezlova, 2007:2).
Asimismo, “los generales birmanos, aislados por las naciones occidentales, se han vuelto aún más dependientes del comercio con China. El intercambio bilateral se duplicó entre 1999 y 2005 hasta alcanzar 1.200 millones de dólares” (Bezlova, 2007:2) entre ambas naciones.
Para proteger sus inversiones e intereses comerciales, “China también es el más acérrimo defensor de Birmania en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya que se opuso de manera consistente a la adopción de medidas contra el régimen de Rangún, con el argumento de que negociaciones políticas detrás de los bastidores serían más efectivas que imponer sanciones” (Bezlova, 2007:2)
Sin embargo, según Bezlova, a pesar de la aparente inacción de Beijing, diplomáticos extranjeros en esta capital creen que China presionará a los generales birmanos para que no repitan una masacre como la de 1988, cuando otro movimiento prodemocrático fue aplastado por el ejército a un costo de 3.000 pacíficos manifestantes muertos (Bezlova, 2007:2).
Para esta autora, “hay mucho en juego para China y no quiere verse involucrada en otra crisis como la de Darfur, ya que la cuenta regresiva hacia las Olimpíadas de 2008 en esta capital ha atraído una mayor atención internacional hacia China. Sus líderes odian la idea de ver arruinados los preparativos por una asociación con una masacre en Birmania, país al que algunos ya están llamando la Darfur asiática” (Bezlova, 2007:2).
Todo lo señalado, se debe a que China no le gusta interferir en la política interna de países que le proveen energía, o recursos naturales. Por otro lado, a China no le gustaría que lo que sucede en Birmania pueda servir de ejemplo para las miles de comunidades religiosas que se encuentran en Pekín y que pudieran provocar una revolución similar a la Birmana, como “los monjes budistas del Tíbet, los musulmanes de Xinjiang, incluso los practicantes del Falun Gong, los que podrían apelar a la autoridad moral para desafiar a una autocracia corrupta y egoísta” (Hilton, 2007:2).
Por eso, Si China quiere que se vuelva a establecer la paz en el país birmano y la estabilidad regional para que esto no afecte sus intereses comerciales, es primordial que le señale a las autoridades de la junta militar birmana la posibilidad de una negociación pacífica hacia una transición a un gobierno constitucional, antes que represiones violentas. Con esto se puede volver a creer en una democracia para el país birmano.
Bibliografía
Hilton, Isabel, “China no quiere otra plaza de Tiananmen: La revolución del Azafrán: El análisis” texto disponible en
http://e-pesimo.blogspot.com/2007/09/internacional-birmania-rangn-china-no.html
Bezlova, Antoaneta, “Birmania: Gran apuesta de China en su ex estado vasallo” texto disponible en
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=86088
Hilton, Isabel, “China no quiere otra plaza de Tiananmen: La revolución del Azafrán: El análisis” texto disponible en
http://e-pesimo.blogspot.com/2007/09/internacional-birmania-rangn-china-no.html
Bezlova, Antoaneta, “Birmania: Gran apuesta de China en su ex estado vasallo” texto disponible en
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=86088